El Destino

Existe el destino, una fuerza indiscutible e irresistible que nos guía en la vida. Se que muchos pueden pensar que el destino está escrito y que es imposible cambiarlo, sin embargo no es así. 

En realidad estamos escribiendo nuestra propia historia cada minuto de nuestras vidas, pues son nuestras decisiones las que construyen el destino que nos depara.

Cada paso que damos, cada elección que tomamos, tienen el poder de cambiar el rumbo de nuestro destino. De esta forma, somos dueños de nuestro destino, pues estamos eligiendo el camino que queremos seguir. Muchos no entienden el poder que tienen sus propias decisiones para cambiar de rumbo, por lo que creen en el destino como algo inflexible.

             

 Voz Anónima poema Amor Mortal / Amor Inmortal . Os lo comparto y como siempre agradecido a la colaboración.

                                   

 

Sin embargo, el destino es como una hoja en blanco, esperando que lo escribamos. Algunas veces es lento, como un tren que se acerca a la estación, otras veces es repentino, sucediendo sin que hayamos pasado por la situación previamente.

Gran parte de nuestro destino nos pertenece. El camino que vemos ante nosotros nos perturba a veces, nos desalienta, pero también nos renueva y nos impulsa a evolucionar.

 Reconocer que somos dueños de nuestro destino es un paso necesario para poder cambiar nuestro camino y vivir de acuerdo a nuestra felicidad. En esta vida, el destino nos presenta las pruebas para que podamos sacar lo mejor de nosotros mismos.

Ayudarnos a nosotros mismos y a los que nos rodean para tener un destino mejor. Algunas veces el destino no está claro, y todo lo que presenciamos en nuestro mundo parece estar fuera de nuestro control.

 Esto puede provocar una sensación de desesperanza y falta de control de nuestras acciones, sin embargo, esto no es así. Acompañando a nuestro destino debemos vivir una vida consciente y responsable, tomar buenas decisiones que nos ayuden a nosotros mismos y a quienes nos rodean.

Nuestro destino está ahí, esperando que seamos capaces de cambiarlo para ser felices. No hay que rendirse, si sabemos que estamos equivocados podemos tomar medidas para que nuestro destino sea mejor.

 Debemos buscar el equilibrio entre controlar nuestras decisiones y dejarse llevar por el destino, no perder la fe en un futuro mejor. El destino está escrito por nosotros mismos, somos los amos de nuestro destino.